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BIBIR Significa “infancia” en lengua Dagaara de África Occidental, por haber sido la atención a la infancia nuestra primera prioridad, más tarde completada con la atención al otro mayor grupo de vulnerabilidad en África: las mujeres.

 

Trabajamos en el Norte de Burkina Faso desde el año 2003, desarrollando múltiples proyectos de desarrollo, hasta convertirnos en la organización más relevante y con mayor experiencia en la zona. El propio gobierno del país reconoció la importancia y envergadura del trabajo realizado por BIBIR nombrando a la organización como “Chevalier de l’Ordre de Mérite Burkinabé” uno de los mayores reconocimientos públicos en el país.

Emma Jiménez y Rafael Puertas, una pareja española, concibieron el nacimiento de BIBIR, coincidiendo con el nacimiento de su segunda hija, Arlet, en el año 2003. Conscientes del privilegio de poder ofrecer a sus hijos todo cuanto pudieran necesitar para crecer sanos y felices, eran igualmente conscientes de las situaciones de hambre y privaciones que padecen millones de niños en el mundo y, muy especialmente, en ese verdadero “cinturón del hambre” que cruza África desde la costa Oeste del Sáhara hasta Etiopía y Somalia. Decididos a hacer todo lo posible por evitarlo, en 2004 Rafael viajó hasta la región de Yatenga, en Burkina Faso, para comprobar la situación de la infancia en la zona e impulsar el proyecto de BIBIR.

 

Sólo un año después, en el año 2005, el proyecto concebido por Emma y Rafael se había convertido en la realidad de un CREN – Centro de Rehabilitación Nutricional, en el que, desde entonces, cientos de niños han sido salvados cada año de una muerte segura, así como un modelo de Orfanato basado en el mantenimiento de los vínculos del niño con su familia extensa y múltiples programas de educación, salud, cultura, producción agrícola,  generación de ingresos y proyectos específicamente orientados a la promoción de la mujer y la defensa de sus derechos.

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